Sonambulismo, parálisis del sueño o terrores nocturnos: Conoce qué parasomnia sufres
agosto 15, 2021
Hoy día el sonambulismo, la parálisis del sueño y los terrores nocturnos se han vuelto bastante comunes. Sin embargo, muy pocas personas saben que lo padecen porque no conocen los síntomas o los conocen, pero no lo asocian con sus síntomas.
Sonambulismo, parálisis del sueño o terrores nocturnos

¿Te preguntas si has sufrido de una parosomnia? Si te has despertado siendo incapaz de moverte en absoluto o tienes constantes episodios de miedo sin poder recordar la causa, la respuesta es sí. 

Para que conozcas ¿Qué rasgos permiten distinguir las distintas clases de parasomnias? sigue leyendo y aprende todo lo que necesitas saber sobre estos desórdenes del sueño.

¿Qué son las parasomnias?

Se trata de una clasificación dentro de los trastornos del sueño que se caracteriza por incidir directamente el comportamiento de las personas. Esto puede alterar los movimientos, emociones e incluso las percepciones, usualmente se manifiesta durante las fases del sueño o en la conciliación del mismo.

En general, las parasomnias se comprenden como estados disociados en los cuales el cuerpo o la mente despiertan parcialmente, causando fenómenos en la conducta cuyos síntomas varían en un amplio espectro que afecta el movimiento (caminar dormido), las emociones (ataques de miedo intenso) y la percepción (alucinaciones).

Una forma muy común son las pesadillas, que afectan a un considerablemente alto porcentaje de personas. Otros desórdenes pueden causar que hables dormido, que hagas ruidos con tus dientes o tengas contracciones musculares, e incluyen los despertares confusos, donde te cuesta orientarte durante algunos minutos. 

Las parasomnias son más comunes en los niños, existiendo una mayor incidencia de casos en pacientes de esa edad. No obstante, los adultos también pueden sufrirlas, siendo las más notorias y relevantes tres de ellas: el sonambulismo, la parálisis del sueño y los terrores nocturnos. 

Parasomnia del movimiento: ¿Cómo detectar el sonambulismo?

Se constituye por episodios de movimientos inconscientes que pueden incluir acciones simples (sentarse o levantarse) o acciones complejas (abrir una ventana, cambiar de habitación, etc.).

Estos episodios suelen ocurrir durante la primera mitad de la noche, en la fase de ondas lentas. El fenómeno es consecuencia de un despertar parcial, donde algunas zonas del cerebro se activan, pero la parte consciente permanece dormida. Al despertar, no se tiene memoria de lo ocurrido.

Parasomnia

Durante un episodio de sonambulismo, el paciente no tiene respuesta a estímulos externos, por lo que es difícil para otros despertarlos. Es un trastorno frecuente en la infancia, desvaneciéndose durante la adolescencia, aunque puede persistir hasta los 35 años de edad.

Si realizas durante la madrugada acciones que luego no recuerdas, como ir al baño o caminar por la casa, e incluso sentarte en la cama por varios minutos, es probable que sufras de sonambulismo. Otro síntoma que ayuda a detectarlo es la fatiga física, consecuencia de la interrupción parcial del descanso nocturno.

En la mayoría de los casos, es un trastorno sin consecuencias graves que solo aparece en episodios ocasionales. Se recomienda no despertar a una persona durante un episodio, sino delicadamente dirigirla hacia la cama. Si los episodios son recurrentes, visite al médico para determinar la causa de su trastorno y tratarlo.

Parasomnia de la percepción: ¿Cómo detectar la parálisis del sueño?

Este trastorno se caracteriza por la incapacidad de movimiento voluntario en el paciente durante algunos segundos o minutos.

Al igual que el resto de las parasomnias, es provocado por un despertar parcial del cerebro. Aunque la mente está consciente y el paciente tiene control sobre su diafragma y sus ojos, el resto de su cuerpo permanece paralizado.

En general, es una experiencia desconcertante que puede llegar al grado de inducir alucinaciones sobre presencias extrañas presentes en la habitación. Se debe a la percepción alterada de la mente que, todavía en una fase somnolienta, se torna difusa y causa que el cerebro “sueñe despierto”.

Tales alucinaciones pueden ser de naturaleza visual, auditiva o táctil, generando diferentes niveles de miedo ante la inmovilidad de los músculos, con tendencia al pánico. Muchos pacientes reportan vívidas escenas de terror durante sus episodios de parálisis del sueño.

Los expertos aseguran que no se trata de una condición grave ni peligrosa, por aterradora y confusa que pueda sentirse. Cuando hay desórdenes en los horarios del sueño, es más probable que esta parasomnia aparezca.

A pesar de lo angustiante que pueda ser un episodio de parálisis del sueño, es importante, según los médicos, mantener la calma y esperar a que el movimiento regrese, lo cual suele tardar algunos segundos. Otra forma de reaccionar durante un episodio es ser tocado por otra persona, tras lo cual desaparece la parálisis.

Parasomnia

Parasomnia de las emociones: ¿Cómo detectar los terrores nocturnos?

Tener una pesadilla es algo común para la mayoría de las personas, pero los intensos episodios de miedo que acompañan a esta parasomnia son completamente anormales. Los terrores nocturnos se reconocen por despertar con una abrumadora sensación de miedo.

Al igual que el sonambulismo, puede activar respuestas físicas, como gritos, mientras el paciente sigue dormido. Estos síntomas van acompañados de agitación intensa, movimientos agresivos de las extremidades y dificultad para despertar.

Usualmente, es confundido con las pesadillas comunes debido a las muchas similitudes que comparten; un signo que ayuda a diferenciar ambas parasomnias es la memoria. En los terrores nocturnos, el sujeto no puede recordar el contenido de sus sueños, caso contrario a las pesadillas comunes, donde sí se tiene memoria del sueño.

Parasomnia

También se distingue por dejar al paciente desorientado, aletargado y muy confundido. Es un padecimiento común en los niños pequeños, aunque suele desaparecer prontamente; los adultos con trastornos emocionales pueden ser susceptibles también. Los episodios pueden durar hasta veinte minutos, tras lo cual se regresa a la normalidad.

Factores como el estrés y la falta de sueño pueden contribuir a la aparición de terrores nocturnos. Es importante identificar este trastorno y acudir al médico para tratarlo con la máxima prontitud, pues puede constituir un peligro para personas de cualquier edad.

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